jueves, 2 de junio de 2016

La Venezuela de hoy


La Venezuela de hoy
Por Carlos Vicente Torrealba
twitter:@cartorrealba


Qué fácil es opinar, que fácil es criticar, que fácil es hacerse el estúpido pensando que nuestra verdad es absoluta en medio de una de las crisis más humillantes que los venezolanos hemos vivido en toda nuestra historia republicana.

Qué fácil  es echarle la culpa al otro, al pendejo desde luego; porque al vivo criollo se le admira, igual que  al delincuente, al estafador, al incapaz,  al ladrón,  si al ladrón que nos quitó el presente y el futuro ya que este al parecer  no habrá por varias generaciones, ya que  la Venezuela de ayer no regresará jamás, esa se extinguió como los dinosaurios  y lo peor: hemos sido nosotros mismos por irresponsables, inmaduros, facilistas y entreguistas.

Los venezolanos de Páez con sus lanzas en un vuelvan caras en las Queseras del Medio o Carabobo o los del noble  Sucre en Ayacucho y Pichincha  o los de Bolívar en los Pantanos de Vargas o en el Paso de los Andes no existen ya. Como Kafka, trasformamos a  hombres bravos, orgullosos, dignos y  machos  en simples  bachaqueros, hambreadores de sus hermanos  y  pedigüeños de limosnas de sus riquezas. Para colmo se le echa la culpa a otros: sea la CIA, G2 marcianos, comunistas;  al final la culpa es del “Imperio” de pendejos que somos nosotros.

La Venezuela de ayer no volverá y la de mañana será otra cosa, si es que se llega al mañana a este país. Sí país!, ya que perdió el rango de Nación.  Pasará a la historia como la única nación que azuzó a sus enemigos naturales para que la invadieran, se le dio las llaves de las arcas, se le instruyó como nos debían  zaquear, violar y prostituir  nuestras   mujeres,  esclavizar a nuestros niños con el opio de la flojera, el facilismo y la mendicidad. Para colmo y más espectacular se les pagó para que lo hicieran.

La Venezuela de hoy está compuesta por una solo ideología o por lo menos la más domínate la que se llama  “cuanto hay para eso”. Aquí no importa país, estado, pueblo,  familia,  ni madre e hijos. Aquí importa el saqueo colectivo, endógeno  y protagónico eso si siempre hay que  embriagarse del licor de la democracia esa que se define como: “la propia mía de mí”, es decir: la que me dé la gana. 

La Venezuela de hoy no es  resultado del azar amigos; es que desde los textos de  Sun Tzu, Sun Bin, Maquiavelo, Napoleón y Karl von Clausewitz nos enseñan que la capacidad de flotar de un gobierno no está en hundirse y la de una oposición de tratar de ser socio del gobierno.

Lo cierto es que el  odio de un pueblo es tan solo el preludio de la violencia, es como una obertura ante el gran sainete de la auténtica guerra.

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